lunes, 15 de abril de 2013

Encontramos el Hospital Para Niños Perfecto

La primera vez que escuchamos el término “pie en espejo” vino del Dr. Miki del Miami Children Hospital (Hospital de Niños de Miami). Él también nos dijo que podía operar las manos de Valeria y crear los pulgares (lo cual nos alegró porque desconocíamos que se podía hacer) pero tenía que encontrar en Miami un cirujano especialista para los pies. Natacha y yo le explicamos que nos gustaría tener las cirugías de Valeria en esa ciudad; él comprendió eso pero nos comentó algo que cambió toda nuestra búsqueda, “si Valeria fuera mi hija, yo la llevaría a Shriners”.

El Shriners Hospital for Children (Hospital Shriners Para Niños) es uno de los mejores centros de salud del mundo, especializándose en ortopedia, cuidado de quemaduras, paladar y labio leporino y lesiones a la espina dorsal. Hay otro campo donde también sobresalen y ese es el trato excelente que le dan a uno. En su website lo mencionan y nosotros pudimos corroborarlo cuando los conocimos.

Pero antes de visitarlos y después de ver al Dr. Miki en Miami, nosotros nos enfocamos primero en averiguar lo más que podíamos sobre “pie en espejo” y Hospital Shriners.

Sobre el “pie en espejo”, descubrimos que es muy raro el caso (Dr. Miki también nos dijo eso) y generalmente está asociado con un síndrome; afortunadamente Valeria, a quién le han hecho muchísimos exámenes genealógicos detallados en el Hospital New York Presbyterian, no ha salido positivo en ninguno de ellos.

También encontramos varios reportes de casos tratados con éxito y uno de ellos nos llamó la atención, era un artículo sobre el doctor Hidehiko Kawabata, M.D. Vicepresidente de la Sociedad Japonesa para Cirugía de la Mano. Le mandamos un email larguísimo tratando de explicar lo más que podíamos nuestro caso. Él nos respondió con una línea corta y concisa, “Yo les recomiendo el Dr. Scott del Hospital Shiners en Filadelfia.”

Del email del Dr. Kawabata junto con la recomendación del Dr. Miki y con un poco de investigación de nuestra parte, nos dimos cuenta lo importante que era el Hospital Shriner. Ahora teníamos que contactarlos con la esperanza de que aceptaran nuestro caso.

Y lo hicieron.



Valeria y Natacha en el Shriners Hospital for Children en Filadelfia










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