“¿Cómo se llama la niña?” preguntó el doctor.
“Valeria Ginocchio,” dijo Natacha.
“Con ese apellido se van a dar cuenta que no es de acá; ¿cuál es tu apellido?
“Pérez,” respondió Natacha.
“Ok, Valeria Pérez entonces; ten a aquí la forma y ve a que le tomen las placas,” dijo el doctor que quería hacer pasar a Valeria como una paciente Cubana y atenderla gratis en el Hospital Carlos M. de Céspedes de Bayamo.
“Valeria Ginocchio,” dijo Natacha.
“Con ese apellido se van a dar cuenta que no es de acá; ¿cuál es tu apellido?
“Pérez,” respondió Natacha.
“Ok, Valeria Pérez entonces; ten a aquí la forma y ve a que le tomen las placas,” dijo el doctor que quería hacer pasar a Valeria como una paciente Cubana y atenderla gratis en el Hospital Carlos M. de Céspedes de Bayamo.
El Hospital Céspedes está en el lado este u oriente de la isla y puede tratar
la mayoría de las enfermedades pero necesita asistencia con los casos
complicados. Está ubicado en Bayamo, la ciudad natal de Natacha y Loly que es famosa
por un evento histórico durante la lucha de independencia de los españoles. En
1869, los bayameses prefirieron quemar la ciudad antes que cayera en mano de
los españoles.
Más de cien años después, Bayamo sobresale por su hospitalidad. Natacha
y Valeria estaban por unos días visitando cuando la familia y vecinos les recomendaron
que vayan al Hospital Céspedes; tenían contactos con los doctores así que podían hacer pasar a Valeria como cubana. Ir a este otro hospital en Cuba era conveniente
porque Loly podía ayudar con el tratamiento pós operatorio.
Los doctores en el Hospital Céspedes aceptaron el caso pero tenían que asegurare que podían
tratar el pie en espejo de Valeria y para eso necesitaban las
placas.
Mientras tanto, Natacha se preparaba para regresar a los Estados Unidos
así que con la ayuda de Loly organizó una fiesta de despedida con los niños del
barrio.
Necesitaban un pastel pero estaba prohibida la venta de huevos ya que
se habían detectado algunos casos de cólera en el otro lado de la isla. Fueron
pocos casos que estaban controlados pero las autoridades siguieron haciendo lo más prudente: prohibir los
huevos y todas las comidas preparadas con huevos.
De todas maneras Natacha fue donde la de los pasteles del barrio (que
criaba sus propias gallinas y tenía huevos sanos) a ver si podía hacer
un pastel. Ella se rehusó argumentando de que le podía ir mal si la policía lo averiguaba. Afortunadamente, una de las vecinas de Loly es la
santera de la zona así que ella misma fue donde la de los pasteles a
pedirle que preparara uno para la fiesta quien no tuvo otra opción más que
aceptar.
“Si la policía te ve con el pastel, ni me menciones,” le advirtió la de los pasteles a Natacha cuando fue a recoger el pastel.
La fiesta fue un éxito con más de 15 niños comiendo el pastel sano y
corriendo atrás de los globos que eran raros para ellos; como los globos son
caros, rara vez los ponen en fiestas.
Al día siguiente, Natacha fue al Hospital Céspedes por los resultados
de la junta que lamentablemente concluyó que le faltaba las capacidades necesarias para operar.
Los doctores del Hospital Céspedes de todas maneras ofrecieron remover el dedo pequeño extra que le cuelga a Valeria de la mano izquierda. Natacha hubiese aceptado pero ella y Valeria tenían que
regresar a los Estados Unidos antes del tiempo necesario para remover los puntos. Valeria
no pudo recibir tratamiento en este otro hospital en Cuba pero nosotros
mantenemos el recuerdo de este lugar en nuestros corazones.
Fiesta de despedida de Valeria en Bayamo, Cuba
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