lunes, 20 de mayo de 2013

sábado, 11 de mayo de 2013

Los Yesos se le Salieron a Valeria


“Gino, es urgente, Valeria se sacó un yeso”, me dijo Natacha, llamándome al trabajo a las 6 de la tarde. “Ya hablé al hospital y me van a retornar la llamada cuando localicen al doctor. Sólo prepárate para cualquier cosa”, agregó.

Yo estaba con temor de que eso pasara. Sólo 6 días antes, cuando le estaban dando de alta a Valeria del hospital, el Dr. Alburger, el cirujano de Valeria, nos había prevenido, “los yesos tienden a salirse, así que manténganle los pies arriba”.
El Dr. Alburger y Valeria el día siguiente de su cirugía

Otro doctor del hospital (El Hospital Shriners para Niños de Filadelfia) devolvió la llamada ya que el Dr. Alburger estaba en cirugía. Este otro doctor le indicó como poner una venda temporal.

Valeria no tenía dolor, por el contrario; sonreía con una cara de felicidad que no se le veía en días; era obvio que el yeso la tenía malhumorada.

Llegué a casa del trabajo alrededor de la medianoche; Loly y Natacha tenían a Valeria en cama tratando de distraerla y evitar que se moviera pero era imposible, Valeria quería que la cargaran. Yo noté que la parte de arriba del otro yeso que todavía tenía puesto estaba a la altura del tobillo; eso me pareció muy extraño pues originalmente la tenia apenas debajo de la rodilla. Loly optó por cargar a Valeria para calmarla pero ella seguía pateando con los pies. En eso escuché un gran golpe en el piso de madera. El otro yeso se había caído.

Cuando le vi el pie, no podía creer que lo que estaba pasando era real; yo sentí que era un espectador en una película. El corte de la cirugía era desde el tobillo hasta el pulgar y todavía estaba cerrándose; el pie estaba hinchado y morado. Era la extremidad que le habían operado de pie en espejo; era un pie que le habían cortado la otra mitad; la mitad reflejada.

Valeria no tenía dolor por este pie tampoco pero Natacha no podía dejar de llorar o verle el pie; yo sentía el aire muy pesado para respirar. Menos mal que Loly pudo calmarnos.

Luego de un rato, cuando por fin nos tranquilizamos (Natacha volvió a ser la mujer fuerte que es y veía la herida sin que le afectara) le pusimos una media al pie, la aseguramos con cinta adhesiva y decidimos irnos a Filadelfia ya mismo. Así que fui a alquilar el auto, regresé por ellas y partimos. Nuestra meta era quedarnos en un hotel cerca del hospital para estar ahí a las 7:30 am cuando llegara el personal.

Valeria durmió toda la ruta desde Brooklyn a Filadelfia; en el camino nadie dijo una palabra, nadie puso música; nadie pidió parar para ir al baño; nadie quería despertar a Valeria.

Alrededor de las 3:30 am llegamos a Filadelfia. Valeria siguió durmiendo en el hotel y por toda la noche, algo que no había hecho desde antes de la cirugía.

Sentimos un alivio increíble al llegar al hospital por la mañana y aún más cuando por fin teníamos al frente al Dr. Alburger. Él la examinó y dijo, “la herida está sanando bien; no hay señal de infección; la quiero ver en dos semanas para sacarle los puntos”. Ya no le puso más yesos, sólo le vendó los pies. Cuando llamó a hacer su reporte telefónico antes de salir de la oficina dijo, “Valeria Ginocchio, tuvo cirugía hace 7 días, se le cayeron los yesos, está sanando bien, la madre hizo un buen trabajo con el vendaje.”
Finalmente en el Hospital Shriners esperando a ver al Dr. Alburger

Salimos del hospital sintiéndonos muy aliviados después de una noche desquiciada. Nos fuimos a Geno’s para comer sus famosos Philly Cheese Steaks. Sentados al aire libre, Natacha, Loly y yo por fin pudimos sonreír con Valeria.
Los yesos de Valeria

domingo, 5 de mayo de 2013

Valeria la Campeona



Valeria la Campeona después de ganarle a la cirugía en las Escalinatas de Rocky, Filadelfia

jueves, 2 de mayo de 2013

Valeria salió de cirugía


Todo fue muy bien. Ya está despierta viendo sus cartoons. Gracias a todos por sus buenos deseos.

miércoles, 1 de mayo de 2013

Vino Ayuda de Cuba


A comienzos del 2012, llamé a la Sección de Intereses de Estados Unidos en La Habana (es el consulado de EEUU pero allá tiene otro nombre por el embargo) y pedí una cita para la visa de Loly, la mamá de Natacha que vive en Cuba. Me la dieron para noviembre del 2016.

Loly quería estar en Nueva York para el nacimiento de Valeria pero se lo tuvo que perder y quería ayudarnos durante la cirugía de Valeria, lo cual Natacha y yo necesitábamos pero era muy complicado operar a Valeria en Cuba.

Mientras tanto, seguíamos buscando el doctor perfecto en los Estados Unido y encontramos el Hospital Shriners Para Niños en Filadelfia; ellos fueron espectaculares y pusieron la fecha para la operación sin demora.

Le mencionamos a Loly que estábamos contentos con los cirujanos que habíamos encontrado y que íbamos a iniciar el proceso en una semanas osea para mayo del 2013. Ella mencionó que había escuchado que la Sección de Intereses estaba acelerando las citas para las visas; así que yo sin ninguna esperanza llamé.

Cuando los contacté me preguntaron por la información de Loly y en eso me dijeron, “tenemos una cita disponible para el 16 de abril del 2013”.

Yo pensaba, “¿El 2013? ¿Eso es en cuantos años? Espera, ¡Eso es en dos semanas!”

“¿La toma o no?” me dijo la operadora de la Sección de Intereses. Yo estaba todavía sorprendido así que me demoré en responder unos segundos pero le dije, “sí, la tomamos”.

En menos de 14 días, Natacha y yo teníamos que juntar los documentos para probar que podíamos invitarla financieramente y Loly juntar los documentos para probar que tenía lazos fuertes para regresar a Cuba. El lazo más fuerte era que ella es la única persona que se encarga de su mamá, Nancy, quien ya tiene 87 años.

El 16 de abril sólo 35 personas de 700 recibieron visas para los Estados Unidos; una de ellas fue Loly.

Ella no tenía teléfono pero un familiar de ella me mandó un email con el resultado después de la cita. Llamé a Natacha, quien estaba desesperada por la noticia, por el video chat. Cuando se lo dije empezó a saltar de alegría y de pronto me dijo que me tenía que cortar, “Se lo tengo que contar a la familia”, mencionó.

Después de recibir su visa, Loly regresó a Bayamo, empacó, dejó arreglado el cuidado de Nancy por los tres meses que iba a estar fuera y voló para Miami. Todo en tres días.

Se quedó unos días en Miami visitando unos familiares y finalmente llegó a Nueva York anoche. Valeria se resistió a que Loly la cargara al comienzo pero luego de unos trucos de abuela, Valeria cedió.

Natacha y yo finalmente vino la ayuda de Cuba que necesitábamos y justo a tiempo. Estamos listo para irnos manejando a Filadelfia para la cirugía del pie en espejo.