domingo, 16 de junio de 2013

¡Feliz día del padre!

Con Natacha, Valeria, Greta y Gianluca. La mejor alegría de ser padre. 
Un gran abrazo a los papás en nuestro día.

lunes, 10 de junio de 2013

El Progreso de Valeria


Si me hubiesen cortado parte de los huesos de mis pies, yo andaría llorándole a mi mamá que nunca volvería a caminar. Pero afortunadamente, Valeria, como la mayoría de los bebes, se está curando rápido y no tiene el más mínimo recuerdo de que estuvo en cirugía.

Su progreso está yendo más rápido de lo anticipado.

Desde que por accidente, ella se quitó los yesos sólo a la semana de la operación, ella está con todas las ganas de pararse. A mi, aquella vez, de lo más ingenuo, ni se me ocurrió preguntarle al doctor aquel viernes qué hacer si ella quería pararse; fue un error que me costó caro.

Para mi era claro, ella estaba en dolor; para ella era claro, ella por fin estaba sin yesos y sólo quería gatear, saltar y caminar. Traté de ubicar al doctor y preguntarle qué hacer pero era el fin de semana y no me respondió hasta el lunes.

Loly, mi suegra, Natacha y yo terminamos muertos tratando de distraer a Valeria para que evitara apoyar los pies. Escuchamos todo el tiempo la canción del Osito Gominola y de Mickey la de “Hot Dog”, la dejamos jugar con los celulares y controles remotos de la casa y la cargamos por el departamento que de por si es pequeño. Cuando por fin el Dr. Alburger nos respondió, nos dijo, “esta bien que se para, es buena señal.”

Desde entonces, el suelo es su reino.

Tres semanas después, regresamos al Hospital Shriners para Niños en Filadelfia para que le removieran las vendas y la dieran completamente de alta. El Dr. Alburger apareció en su oficina con su asistente y llevaba en la mano un paquete nuevo de tijeras y vendas. Luego se sentó delante de Valeria, quien empezó a llorar, y empezó a desenrollarle las vendas hasta que los pies aparecieron frente a nosotros.

Tenían la cantidad correcta de dedos y su forma era casi ideal. Estaban todavía hinchados y el mayor daño era de las vendas que le habían frotado tanto la carne que por poco estaba en carne viva. En realidad, en algunos lugares lo estaba como en la parte superior del pie. El Dr. Alburger usó las tijeras para remover los hilos de los extremos; el resto de los hilos estaba dentro de la piel, el cuerpo de Valeria los iba a absorber. Las formas de los pies estaban al 90% de los esperado; lo que sí estaban al 100% eran los rayos X.

Ver las radiografía del antes y después de la cirugía fue un alivio inmenso y me dio una paz tremenda. Le dije a Natacha, “después de esto, necesitamos unas buenas vacaciones.”

Ahora le veo los pies a Valeria y me sorprenden como lucen; lo cual es inesperadamente agradable después de haberme acostumbrado a cómo lucían antes con el pie en espejo.

Estaba satisfecho de que por fin actuamos; fuimos pacientes porque teníamos la ansiedad de hacer algo desde mucho tiempo atrás; desde aquel momento hace más de un año cuando le estaban haciendo el ultrasonido a la barriga de Natacha, ya que llevaba a Valeria en su vientre, y la asistente del ultrasonido estaba sonriente pero de pronto se puso seria, imprimió unas imágenes y dejó la habitación. Regresó con una doctora mayor que se sentó delante de nosotros y nos dijo, “su bebé tiene un dedo extra en el pie derecho.”
Los nuevos pies de Valeria funcionan perfectamente bien